Él lo estaba experimentando en ese mismo instante, observando cómo ella desperdiciaba su vida, exponiéndose a lo desconocido, jugando con fuego.
-Te has sentido hueco por dentro, como si no tuvieras nada en tu interior?
A él, cada vez que la veía con aquel tipo que la trataba tan mal y al que ella seguía perdonando a pesar de todo, se le encogía el corazón. Siempre se preguntaba '¿Cómo una mujer tan delicada y frágil puede ser tratada así?' pero nunca hallaba la respuesta. - Alguna vez has sentido que lo que estabas haciendo estaba mal?
Ella sabía que lo que estaba haciendo estaba mal, más que mal. Siempre decía lo mismo 'No puedo hacer otra cosa, no puedo aspirar a más', no sabía cuánto se equivocaba.

-Y por último, ¿alguna vez te has enamorado de la persona equivocada? Ambos sabían que estaban enamorados de las personas equivocadas, de dos personas que nunca cambiarían su forma de ser por ellos. Así que, él dejó de mirar por la ventana de su habitación y salió a la calle en busca de aquello que tanto deseaba. Ella, dejó de lado al chico equivocado y buscó al correcto, su príncipe azul. Se cruzaron a mitad de calle, se pararon uno frente al otro y al unísono susurraron 'te quiero'.
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