A veces me impresiona la facilidad con la que algunas personas son capaces de librarse de todo, de las preocupaciones, de los sentimientos experimentados con alguien para empezar de cero con otra persona, de la presión, del estrés del día a día, de sentir lo monótonas que llegan a ser algunas cosas, de los problemas que les surgen, de todo lo que quieren y más. También, he de reconocerlo, me sorprende la capacidad de otros para ocultar tantos secretos y cubrir tantas y tantas mentiras acumuladas una tras otra sin siquiera preocuparse por ello.
Y yo, sin embargo, no puedo librarme de lo que vivo, de mi día a día, todo lo que hago me persigue hasta el último centímetro que recorro. Soy incapaz de darle la espalda a mis problemas, de decirle bye bye a las preocupaciones, de no preocuparme por las consecuencias de mis actos, de las cosas monótonas y aburridas. Tampoco puedo mentir, ni permitir que me mientan sin hacer nada al respecto, no puedo cubrir una mentira sin siquiera darle importancia.
Y es que, yo soy de ésas que deambulan por el bosque, la playa, la ciudad...intentando encontrar respuestas, intentando encontrar un lugar en el que poder olvidarme de todo por una vez y poder sentirme libre.

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