Sólo ellas pueden sacarme una sonrisa de verdad, sólo ellas saben como levantarme los días que he caído. Ellas y sólo ellas pueden hablar de mí realmente, porque ellas conocen, prácticamente, todos mis secretos. Son las únicas que saben cómo hacer que no me aburra bajo ningún concepto en ningún lugar del planeta. Siempre tienen algo que hacer para sacarme una sonrisa, y yo, si digo la verdad, no sé si estoy a su altura. Siempre despreocupadas, risueñas y con ésa expresión divertida en la cara. También, he de decirlo, son las únicas con las que puedo sacarme fotos de las que el resto de personas se indignarían o, directamente, harían desaparecer en el mismo momento en el que son sacadas. Les debo mil y un momentos geniales vividos, tantas cosas...
No tengo palabra suficientes para expresar el grado en el que ha cambiado mi vida desde que las conozco, todo un giro de 360º, toda una aventura que está tan sólo a medio recorrer. Un bonito pero extraño 14 de Septiembre de 2009 que cambiaría mi vida.
En fin, sólo ellas, las mejores.
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