Se tira sobre la cama, abatida, cansada de sí misma, aburrida del mundo. Ojea una revista, observa durante unos minutos la figura y la cara de un actor conocido y se rinde. Empieza a pensar en la cantidad de veces que se ha sentido así y rompe a llorar, se queda unos minutos así, tendida en la cama boca arriba, con la nariz a punto del colapso total y los ojos empañados, enrojecidos y llenos de lágrimas. Está harta de todo, de sentir lo que siente, de odiar a todo el que la rodea. Puede parecer algo extraño, e incluso se podría vincular con algo que implique la palabra 'loca', pero es la realidad. Siente que se ahoga, no puede respirar y la presión que tiene encima le asfixia. No quiere seguir luchando por una causa perdida, algo que no le llevará a ningún sitio y que va a acabar por matarla. Su madre le enseñó a ser fuerte, a no tener miedo de nada y a no demostrarle a la gente lo mucho que algo te molestaba, pero ahora simplemente no puede más. Se derrumba ante todo, ante su padrastro y sus hermanastros, ni siquiera se siente bien en su casa, y es que desde que su madre murió todo se le está haciendo más y más difícil, no soporta las críticas y comentarios ofensivos hacia ella y su familia, lo odia. Es algo extraño a la vez que simple, no lo soporta más. Y es que ¿qué harías si sabes que no puedes fallar?
Las ambulancias rodeaban la casa de aquella chica, aquella que había estado deprimida durante tanto tiempo. La policía no tardó en llegar y pronto se armó un revuelo impresionante en la calle.
Finalmente, y como ya había previsto, aquella chica sucumbió a la presión y acabó las cosas por el camino más fácil, seguir los pasos de su madre.
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