miércoles, 28 de diciembre de 2011

The reality is different.

Y ahora me siento estúpido, te preguntarás porqué. Bien, aquí está el porqué. 


14:25, de un soleado día de otoño, me cruzo con una chica en el parque, me tropiezo con ella y todas sus cosas caen al suelo. Todo un tópico, ¿eh? Aunque lo peor fue lo que ocurrió después. Me enamoré de ella, de su pelo castaño claro y lacio, de sus ojos de un color que me sería imposible describir, de su cara, de toda ella. Le sonreí como un estúpido y ella me devolvió la sonrisa, sólo que la suya era aún mejor de lo que había imaginado. Fue uno de ésos momentos en los que un babero hubiera hecho una función tremenda. Y entonces llegó el momento que, en tan sólo unos segundos, temí tanto. Recogió las cosas que quedaban esparcidas por el suelo y, simplemente y sin más, se marchó. 
Ésto era lo que tendría que haber ocurrido en realidad: 




Pero lo que ocurrió luego fue muy distinto. Simplemente tuve que ver como la posible mujer de mi vida se iba tan tranquilamente con sus cosas de nuevo bajo el brazo.


¿Lo que aprendí de ésto? La realidad es diferente de lo que podemos imaginar en tan sólo segundos.

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