domingo, 1 de abril de 2012

The chaos she thinks she lives in.

Esa sensación le acompaña de nuevo, la sensación de que algo va mal. Mira a su alrededor con la esperanza de encontrar lo incorrecto para poder arreglarlo y volver, de nuevo, a la tranquilidad de siempre. Sólo encuentra lo que hay, cuadros, espejos, y lo que siempre ha habido y no se ha molestado en cambiar en su casa, recuerdos. Se levanta del pequeño sillón y se queda, sin darse cuenta, mirando por la ventana, estudiando cada movimiento en el exterior. Aparta la mirada y sigue su camino. Lleva meses sin salir de casa, dependiendo de las compras por internet y las llamadas a sus ''amigos'', esperando a su príncipe azul, aquel que no le haga daño como el último que creyó apropiado. Se empeña en creer que el mundo está en su contra, que el resto de personas no entienden lo que vive, por lo que está pasando, y que, además, es la única en ésto. Se encierra en sí misma y no habla de nada con nadie, y es que sus excentricidades la han llevado a donde está. Ya no es lo mismo, ya no puede sentirse segura de sí misma como solía sentirse antes, ya no puede caminar tranquila por la calle sin sentirse desprotegida, ya no puede hacer nada sin sentirse vulnerable, débil y de papel.  




Y siempre hace lo mismo, mira por la ventana, observa las escaleras de enfrente, y se pregunta cuándo aparecerá su príncipe azul para sacarla del caos que cree vivir. 

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