martes, 14 de febrero de 2012

''Bonjour mon amour, je t'aime''

Camina despacio por la calle, dejando que los copos de nieve rocen su piel y se depositen en el suelo. Se estremece dentro de su propia ropa y nota como el vello de sus brazos se va elevando cada vez más y más, hasta llegar al punto en el que incluso duele. San Valentín, un día más en la agenda que viene marcado en color especial, y que sus compañeros de universidad se han encargado de recordarle durante todas las horas que ha estado en el edificio. Ve a un hombre que sale de una papelería con una tarjeta en la mano, diciendo simplemente ''te quiero''. Ni le gusta ni le desagrada, simplemente lo ve una tontería. Llega al portal de su edificio, saca la llave lentamente del bolsillo de sus pantalones y la coloca en la cerradura. Dos giros a la derecha y medio a la izquierda, como siempre. Sube los primeros escalones hasta que llega al ascensor, pulsa el botón que se enciende con su característica luz blanca y, por fin, con algún que otro chirrido el gran trasto de metal se para y la puerta se abre, entra dentro y pulsa el 4. Se apoya en la pared sabiendo que está manchando el cristal trasero, le da igual, siente algo extraño en el estómago desde hace horas, en el fondo sabe que ocurrirá algo, pero no le da mucha importancia. El ascensor se para con otro chirrido, sale y abre resignada la puerta. Entra en casa y no encuentra nada fuera de lo común, el perro viene a recibirla como siempre, las cortinas están descorridas y las ventanas abiertas de par en par, huele ligeramente a limón, y es que un buen ambientador hace maravillas. Avanza y entra en el salón, se tira en el sofá como si hubiera trabajado construyendo las pirámides toda la mañana, y entonces lo encuentra. Un pequeño sobre rojo, sin corazones ni tonterías, sólo con su inicial escrita: ''S'', en fin, un sobre simple. Lo abre con cuidado y saca para a continuación desdoblar la carta que hay en su interior. El francés, el idioma que para ella es el idioma del amor, ni italiano ni alemán ni inglés, simplemente francés. Lo observa durante un rato sin poder dejar de sonreír, incluso se sonroja. La nota es simple, clara y, sobre todo, concisa, pero a ella le ha alegrado el día. 



'' Bonjour mon amour, je t'aime.''

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