"Son las tantas de la madrugada, y cómo no, mi cerebro y yo hemos decidido que es buen momento para escribir. Corrijo, decidimos que es buen momento para escribirte por primera vez aquí. Puede que sea porque es tarde y el sueño esté empezando a hacer daño o porque lo único que se oye de fondo es esa canción que me parte el alma porque carga muchas cosas consigo y que, aún así, no puedo dejar de escuchar, pero lo único que sé es que incluso con eso, eres lo que ronda en mi cabeza a estas horas. Tampoco puedo evitar que todo lo que me de por escribir a estas horas recuerde a un mal libro para niñas de doce años que aún creen en las historias como Tengo ganas de ti y derivados.
Podría ponerme en plan filosófico y dedicarte cien líneas en las que te explicaría de manera muy racional el por qué te quiero, pero ¿qué tiene eso de racional si el propio hecho de querer ya es del todo irracional? Diré que somos como el sol y la luna, tan parecidos y a la vez tan diferentes que asusta. Y una vez más, probablemente, caeré en viejas costumbres y te agradeceré no solo el tiempo que me has brindado, sino el haberme dado la mejor versión de mí. Así como haber confiado en mí lo suficiente como para dejarme conocer algo más que la mera superficie y es que no sé a ciencia cierta si puedo atribuirme el mérito de haber llegado al alma o haberla rozado si quiera.
Olvidemos eso un momento y pongamos el freno, y es que aún sigo dándole vueltas al hecho de que no mintieras cuando prometiste estar en las malas, porque han sido ya muchas las veces que me han hecho la misma promesa para luego romperla a la primera oportunidad. Pero tú no, tú eres diferente, tú has estado en las ocasiones más jodidas y aún así te has mantenido a mi lado, dándole sentido a eso de que ''hay gente por la que vale la pena luchar''. Y yo lo haría, lucharía por ti, por tenerte conmigo hasta el fin de los tiempos. Me iría a los confines de la Tierra si me dijeras que eso te va a hacer feliz. Joder si lo haría. Y lo más importante, te creo cuando dices que vas a quedarte, cuando prometes que vas a estar ahí siempre aunque a veces mi propia inseguridad me haga cuestionarlo. No me lo tengas en cuenta.
Que me pongas motes que algún día juré odiar y ahora me hacen sonreír, que me hagas madrugar a pesar de lo mucho que me gusta quedarme en la cama, que alimentes la parte creativa de mí, que saques la vena romanticona que tanta cosa me dio hasta que te conocí. Y es que no fue hasta ese momento en el que me di cuenta de que hay personas en la vida por las que vale la pena cambiar. Cambiar de hábitos, cambiar registros y empezar de cero con la mente abierta, respirar hondo y ver las cosas de otra manera. Podría parecer absurdo, podría parecer una tontería pasajera, podría parecer muchas cosas, pero el hecho de tenerte conmigo, de saberte cercano, de tener tu olor pegado a la piel, de poder contar contigo para absolutamente todo, todo eso me da vida.
Por último solo me queda hacer la amenaza pertinente y es que planeo molestarte durante mucho tiempo, pero solo si me das la oportunidad de hacerlo."
Me pregunto por qué no te habré escrito antes.

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